Desamparos
-
A mí la poesía nunca me ha salvado de nada.
No me paró los golpes del viento helado
ni el dolor en el pecho
ni la incomprensión de los que viven al l...
En el nocturno paisaje de la ciudad que duerme
veo la clara luz de tu ventana
y tras de ella a ti, ensimismada y leve, como una hache,
bajo tu rostro alegre y tus ojos de agua.
Te imagino distraída, líquida y liviana,
buscando alguna fórmula, entre sueños mojados,
que te enseñe a vivir.
Vivir como tú quieres: dulce, lejana; mar.
A ratos volviéndote al espejo
para buscar una sonrisa cómplice y amena
que, poco a poco, diluya tu vigilia
hasta hacerte flotar, como flota la luz de tu ventana,
sobre el vertiginoso añil de la ciudad.
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario