Desamparos
-
A mí la poesía nunca me ha salvado de nada.
No me paró los golpes del viento helado
ni el dolor en el pecho
ni la incomprensión de los que viven al l...
hay miradas femeninas que tienen algo
de la triste perfección de un soneto
Émile M. Cioran
Te miro, me miras, nos miramos
con un lenguaje mudo:
sólo risas y ojos para hablarnos.
Una conversación de palabras inciertas,
inmateriales,
tan sólo sombra y luz para su causa.
Tus ojos y mis ojos a la vez mueren
-como peces sin agua-
en un diálogo silencioso y callado,
en una conversación de fuego y nieve.
Equívocos los ojos con que me miras
y enmudeces la voz de mi retina.
con un lenguaje mudo:
sólo risas y ojos para hablarnos.
Una conversación de palabras inciertas,
inmateriales,
tan sólo sombra y luz para su causa.
Tus ojos y mis ojos a la vez mueren
-como peces sin agua-
en un diálogo silencioso y callado,
en una conversación de fuego y nieve.
Equívocos los ojos con que me miras
y enmudeces la voz de mi retina.
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